miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Damos un paseo?

   -¿De verdad? ¿No te gusta correr? Ya sabes, la sensación de velocidad, el viento en la cara, el pelo alborotado... ¿En serio que no te gusta?

   Pensó por un momento lo que le estaban diciendo. Consideró el echar a correr en ese momento, sin ningún rumbo en concreto. Correr, y, después de eso, correr más aún. Se planteó el sentir el movimiento acompasado de sus pies, la respiración forzada, el ritmo perfectamente marcado de las pisadas de su pecho, los jadeos constantes debidos al esfuerzo... Se lo planteó, muy seriamente. Era una buena idea, es cómodo, y útil. Llegas antes a los sitios, y lo mejor de todo, tienes más tiempo para hacer las cosas antes de salir.

   -La verdad, no lo sé... Ahora que lo dices, la idea de correr es también bastante agradable -le contestó.

   -Claro que es más agradable, todo el mundo corre. Es lo mejor, a todo el mundo le gusta.

   Pero entonces se lo pensó mejor. Correr era rápido, eficaz, directo. Pero andar era mucho mejor. Era una sensación más agradable. Vas despacio, sin ninguna prisa, observando el paisaje, viendo cómo una nube pasa por delante del sol, para dar paso de nuevo a un destello de luz; observas las copas de los árboles, con docenas de pájaros entonando mágicas melodías; observas cada insecto que hay en el camino, cada mota de polvo. Eso le gustaba más. Recordó la agradable sensación que le producía andar, ir a un ritmo pausado, marcado únicamente por el conjunto de todo lo que le rodea, cada cosa de su entorno sin excepción alguna. Sonrió.

   -No, no me gusta correr -se corrigió-. Prefiero andar, es más agradable; me gusta más.

   -Bah, qué raro eres... Nunca entenderé cómo no te aburres yendo tan despacio. Pierdes el tiempo, andar es para gente aburrida.

   Le daba igual, todo eso le daba igual. De repente, sin darse cuenta, sin saber por qué, una amplia sonrisa apareció entre las comisuras de su boca, como un rayo de luz en lo más profundo de una caverna. Prefería andar.


   "Siempre preferiré ir despacio; a mi ritmo, a su ritmo. Al fin y al cabo, al ritmo que yo quiera. Y nada va a cambiar eso."

2 comentarios:

  1. Te doy la razón, yo también lo prefiero. Lo importante no es llegar a la meta antes, si no aprender del camino, o esa ha sido siempre mi filosofía (también aplicable para excusar mi vagueza).

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  2. Hola, acabado de descubrir tu blog :)
    Yo también prefiero andar (y suelo ir bastante lenta) pero también es verdad que me gusta la sensación liberadora de echar a correr sin más, no porque llegues tarde a ningún lado, simplemente porque te apetece.

    Pásate: http://krisweys.blogspot.com/
    Un abrazo

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